La situación del problema en Cajamarca al día de hoy es la siguiente: Ad portas de firmarse un acuerdo entre las partes en conflicto el gobierno central dio por finalizadas las negociaciones, decretó el estado de emergencia, apresó a los principales dirigentes y bloqueó las cuentas del gobierno Regional. Paralelamente (ver La República de hoy) el Ministro de Vivienda ofrece el oro y el moro en proyectos para la región y la Newmont reitera que los reservorios están garantizados y que el EIA aborda y resuelve los principales problemas que se pudieran presentar. Mientras tanto, la prensa ha entrado en una etapa de silencio y las movilizaciones en las provincias no declaradas en emergencia son a calladas y aisladas. O sea, el proyecto Conga va sí o sí impuesto de manera autoritaria. Hecho que marca para el futuro no sólo una forma de abordar los conflictos y de relación con la inversión minera, sino también, de enfrentar la problemática ambiental. Si ese fuera el caso, la suerte de las cabeceras de cuenca está echada. A no ser que tome alguna iniciativa que permita que las partes entren en razón. Una de ellas podría ser que se presente ante el Congreso una propuesta de ley que declare de necesidad pública la revisión del EIA del proyecto Conga (ver hoy también declaración de Cooperacción en el DLR) sobre la base a) del informe del MINAM, b) de la ZEE aprobada por el Ministerio de Ambiente, y c) de la declaratoria de inviabilidad del gobierno Regional. Sería bueno saber si algún Congresista está en disposición de volver a poner en debate un tema que gracias al poder del dinero parece empezar a languidecer.
