http://feeds.feedburner.com/TerritoriosGobernanzaYDemocracia Territorios Gobernanza y Democracia: EMPEZANDO A DEFINIR EL CONCEPTO DE TERRITORIO: 4. EL ENFOQUE DE LA ECOLOGIA (1 )

Espacio dedicado al estudio y promoción del desarrollo local, los territorios y la descentralización

martes, 6 de diciembre de 2011

EMPEZANDO A DEFINIR EL CONCEPTO DE TERRITORIO: 4. EL ENFOQUE DE LA ECOLOGIA (1 )

Joan Martínez Alier en su libro “El Ecologismo de los Pobres”(Espiritrompa eds. Cuarta edición, Lima marzo 2010) distingue tres corrientes principales en la ecología: El Culto a lo Silvestre: Representado hace más de cien años por John Muir y el Sierra Club de Estados Unidos. Posteriormente, en la “Ética de la Tierra”, Aldo Leopold introduciría la ciencia de la ecología empezando por asignar diversas funciones a los bosques. Dice Alier que esta corriente que busca preservar y mantener lo que queda de espacios naturales, representada a nivel de los movimientos por ejemplo por el WWF, constituyó la base científica para el desarrollo de la primera corriente ambientalista. Entre sus logros menciona el Convenio sobre biodiversidad en Río de Janeiro 1992, y la ley norteamericana de Especies en Peligro de extinción; El evangelio de la ecoeficiencia: Que dirige su atención a los impactos ambientales y riesgos para la salud de las actividades industriales, la urbanización y la agricultura moderna. Cree en el “desarrollo sostenible” y en la “modernización ecológica”. Representado por el Instituto Wuppertal, pone énfasis en materia económica, en los llamados “eco impuestos” y mercados de permisos de emisiones; y en materia tecnológica, apoyando los cambios que llevan a ahorrar energía y materiales; y la justicia ambiental y el ecologismo de los pobres: Que sostiene que el desarrollo económico implica mayores impactos en el medio ambiente y llama la atención sobre el desplazamiento geográfico de fuentes de recursos y sumideros de residuos, que generan efectos negativos en los grupos más vulnerables: El “extractivismo” exacerbado, que afecta a agricultores que ven cómo sus tierras son destruidas por minas o canteras por la voracidad consumista de los países llamados desarrollados. Después de hacer un análisis detallado de la ecología económica y de la ecología política, Alier se detiene en la “Ecología de los Pobres” y en particular en los daños producidos por la extracción de oro en Cajamarca por parte de la minera Yanacocha, en Oruro, Bolivia, y en Chubut, en Argentina; y menciona el intento que hubo de extraer oro de la reserva Imataca, en Venezuela. Se refiere por cierto también, en otra parte, a las hidroeléctricas. Al final del texto Alier propone el análisis de algunos temas de interés tales como la relación conflictiva entre economía y ambiente y entre valores e intereses materiales. Temas ambos trabajados por la ecología política, sea a partir de la fusión de la ecología humana con la ecología política (estudio de actores en conflicto), o del análisis del discurso y la interculturalidad.
Más allá de los intentos por conservar, o “preservar” la naturaleza y por avanzar en la “modernización ecológica”, el crecimiento económico deja huellas y genera impactos ambientales negativos importantes, en detrimento sobre todo de los menos favorecidos, más aún ahora que la crisis económica hace que los capitales busquen invertir cada vez en mayor medida en países como el nuestro. Estamos hablando entonces de la existencia de territorios en conflicto que buscan ser ocupados por otros actores, con otra lógica y con otros propósitos.