http://feeds.feedburner.com/TerritoriosGobernanzaYDemocracia Territorios Gobernanza y Democracia: EL DESARROLLO LOCAL DESDE EL PUNTO DE VISTA CRITICO

Espacio dedicado al estudio y promoción del desarrollo local, los territorios y la descentralización

lunes, 19 de diciembre de 2011

EL DESARROLLO LOCAL DESDE EL PUNTO DE VISTA CRITICO

Desde el punto de vista más bien critico, Manuel Castells.  en  “La Cuestión Urbana”, en 1972 ([1]),  en debate con  la “Escuela de Chicago”,  planteó que el espacio es un producto material relacionado con otros elementos materiales, entre ellos los hombres, quienes se relacionan dando lugar a una determinada forma, una función,  y a una significación social.  E introdujo  la noción de segregación social, entendida como la tendencia a la organización del espacio en zonas de fuerte homogeneidad social interna y disparidad social entre ellas.  En “Crisis Urbana y Poder Municipal”, Castells desarrolla  su percepción del conflicto urbano (circunscrito hasta ese entonces a la constatación de la existencia de  “movimientos sociales urbanos”) y plantea la posibilidad de un “poder local” basado en municipios democráticos, asentados en territorios que de la siguiente manera: “Delimitación específica de la sociedad. Ellos expresan relaciones de producción,  forma de aplicar la tecnología a la naturaleza, tradición cultural, una red de relaciones de poder, historia y práctica cotidiana”. En “La Ciudad y las Masas”,   rescataría las experiencias históricas de organización social y política basadas en el territorio en diversas partes del mundo y épocas, como elementos sustantivos para la formulación de lo que llamó  “cambio social urbano”.
Una variante a este enfoque fue propuesto por Henry Lefebvre,  mediante las idea   de  la “producción del espacio” en relación con las fuerzas productivas y las relaciones de producción,   y del derecho a la ciudad, en tanto que necesidad de restituir al individuo el poder de decisión sobre su ambiente cotidiano, considerando que la participación local tenía  una fuerte carga liberadora ([2]).

Por su lado, el profesor argentino José Luis Coraggio, cuyas reflexiones y estudios tienen hoy día una gran influencia ([3]), analiza el por qué de la importancia de lo local en América latina. En el capitulo IV de “Ciudades sin Rumbo”,  plantea que ella está acompañada de una serie de consideraciones, como el agotamiento del Estado como motor del desarrollo; el potencial de la sociedad civil y  los movimientos sociales;  la democracia como meta previa al desarrollo;  las estrategias de sobrevivencia;  el desarrollo del sector informal, y la búsqueda de nuestras utopías. “Este racimo de temas –dice Coraggio- en la febril búsqueda de nuevos paradigmas, se define fundamentalmente por el rechazo a los “lugares comunes” del pensamiento social de las dos décadas precedentes” ([4]), ante la evidencia del fracaso de las estrategias desarrollistas y neoliberales.

Agrega que la apelación a los “equilibrios ecológicos, a lo cotidiano, a lo local”, surge en un contexto de crisis de un sistema que busca reconstituirse y que mantiene el ejercicio de su dominación.  Y, por lo tanto, en esta interpelación nos encontramos a menudo con la compañía de otros protagonistas: los gobiernos nacionales, democratizantes o no, organizaciones de Naciones Unidas, agencias internacionales de crédito, organizaciones no gubernamentales internacionales sociales y políticas y gobiernos de los países centrales.

“De hecho –dice Coraggio- la tecnocracia internacional ha venido sosteniendo la tendencia a la descentralización desde los años 70, incluidos temas ejes como el de las ciudades intermedias y pequeñas, el desarrollo rural integrado, la autoconstrucción de la vivienda, el sector informal, etc (…) propuestas cuyo sentido sólo se aprende en el contexto de la crisis y de esas otras propuestas globales que nos hace el FMI sobre cómo administrar la crisis” ([5]) y que es asumida por el neoliberalismo, que la encuentra funcional para su proyecto de privatización del Estado.

Teniendo en cuenta esta realidad, advierte que ninguna reforma administrativa o readecuación territorial puede, por si sola, modificar la situación global, y menos aún cuando se magnifica un supuesto potencial transformados que podrían tener las estrategias locales de sobrevivencia y propone algunas preguntas orientadas a construir un nuevo enfoque, desde la perspectiva del desarrollo local ([6]):

1.    Dada la posibilidad abierta (desde arriba o desde abajo) de ámbitos político-administrativo locales, ¿qué actividades económicas (privadas y públicas) y de gobierno pueden ser regionalizadas de modo que ese nuevo poder local tenga un sustrato material?, ¿cómo asignar funciones entre niveles territoriales?, ¿cómo lograr un sistema de mediaciones, por el cual el pueblo organizado controle la producción y las condiciones de su reproducción particulares globales, o tenga la capacidad de participar en la determinación de los parámetros que las condicionan?.
2.    ¿Qué procesos objetivos generan contradicciones, internas al poder público, que pueden llevar a una regionalización del Estado y sus bases sociales (Constituency) favorable a los sectores populares y a la democracia en general?
3.    ¿Cómo se construye un poder alternativo al existente (público y privado) y qué rol  juega en esto la regionalización del Estado y la sociedad?, ¿hasta dónde puede plantearse una reforma meramente al nivel del Estado sin una congruente redistribución de la propiedad, de los recursos financieros, etc.? 


[1] Maspero, París.
[2] Ver “Espacio y Política”, y el comentario de Bettin G. en “Los Sociólogos de la Ciudad”, G. Gilli, Barcelona 1982.
[3] Ver entre otros textos: “Ciudades Sin Rumbo”, investigación urbana y proyecto popular”. Ciudad, Quito, 1991.
[4] Ibd, pág. 124.
[5] Ibd, pág. 129.
[6] Ibd, pág. 136.