EL Jurado Nacional de
Elecciones aprueba una revocatoria fraudulenta con firmas falsas, y donantes fallecidos, y sanciona a la Municipalidad de Lima por
informar a los vecinos acerca de las
obras que viene realizando; Los medios
de prensa tratan al revocador como si
fuera una persona honorable y desinforman y mienten con relación al qué hacer
de la Municipalidad Metropolitana.; las encuestadoras inflan las cifras para infundir una sensación de derrota del No. Democracia. Los pobladores de Cañari que protestan contra la mina son
acusados de terroristas, personas sin
representatividad, o que tienen mandatos
vencidos, y de la comunidad, dicen, que no se encuentra inscrita en el padrón de
comunidades indígenas. La prensa sólo entrevista al Ministro y al representante
de la minera. La ciudadanía no tiene derecho a opinar. Democracia. Un joven pasa
dos años en la cárcel por un delito que no cometió, por no haber tenido mil soles que le exigía el comisario para
dejarlo en libertad mientras un broadcaster de la televisión es indultado y un juez baja
la condena a condenados por crímenes de lesa humanidad con total impunidad.
Democracia. El poder legislativo,
entrampado en un mar de corruptelas pierde legitimidad ante la población pero
sanciona a personajes probos por venganza política. Democracia. Los organismos
de control y la Defensoría no funcionan;
los usuarios no tienen manera de hacer respetar sus derechos; y los instrumentos de participación ciudadana
son utilizados para provecho personal. Democracia. Cadena interminable de despropósitos que se
reproduce a todo nivel en la esfera
pública y que termina colocándole al
ciudadano una carga excesivamente pesada
sobre sus espaldas, además de la discriminación por raza, lengua, sexo o
niveles de ingreso que de por sí debe padecer día tras día. Lo que no
dejan otra posibilidad que la
salida individual e ingeniosa por un lado, el aprovechamiento
de los intersticios legales por parte de las mafias, en beneficio personal, y la protesta colectiva, organizada o no, el conflicto
social y la violencia. Para todo efecto
práctico, la institucionalidad ha sido
reemplazada por la ley del más fuerte. Existe
un desfase muy marcado entre crecimiento económico e institucionalidad democrática,
que nos impide transitar por una senda sostenible de
desarrollo. Antes bien, se afianza una clase oligárquica, surgida a la sombra de la dictadura
fujimorista, excluyente y autoritaria, que tiene a Escrivá como guía espiritual,
que no permite que se alcen voces disonantes, que las
reprime, que busca acabar con ellas a las buenas o a las malas sin medir ni
importarle el costo que tenga.