http://feeds.feedburner.com/TerritoriosGobernanzaYDemocracia Territorios Gobernanza y Democracia: Pizarra Triunfaron el esfuerzo y la decencia

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lunes, 18 de marzo de 2013

Pizarra

Triunfaron el esfuerzo y la decencia



El 18 de marzo se ha cerrado un ciclo en la política peruana, marcado por la solicitud de revocatoria presentada contra la gestión   de Susana Villarán y todos sus regidores al frente de la Municipalidad Metropolitana de Lima. Como se sabe, la campaña pro-revocatoria, promovida por el ex alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio y su partido Solidaridad Nacional,    empezó, a los pocos  días  de instalado el nuevo Concejo Metropolitano,  luego de que la nueva alcaldesa de la capital peruana anunciara que iba a auditar  el manejo económico de  la gestión de Castañeda  y a llevar hasta las últimas consecuencias el sonado caso “Comunicore”. El argumento para tentar la revocatoria por parte de Solidaridad Nacional y de Marco Tulio Gutiérrez fue el de una supuesta  ineficiencia  por parte de la municipalidad de  Lima para resolver los problemas de la ciudad y atender las demandas de la población mayoritaria. Con esa bandera,  y aprovechando la inconformidad que  mantiene   la población para con los políticos y la política en general, el grupo de revocadores empezó una activa campaña de  recolección de firmas utilizando todos los medios “non santos” al alcance: Presentación de planillones con firmas falsas, utilización del nombre de personas fallecidas,  regalo de fideos y de galletas,  afirmaciones mentirosas. A pesar de que el propio Jurado Nacional de Elecciones denunció el hecho, y de que las firmas fueron presentadas a destiempo,  en una actitud por demás sospechosa, el ente electoral terminó acogiendo el pedido y convocando a la consulta popular.  Por cálculo político Pronto se sumaron al cargamontón partidos acusados de corrupción como el Apra y el fujimorismo, aunque este último mantuvo un perfil más bien bajo y formalmente dejó a su militancia en libertad. Entre otros, también un sector de transportistas que se sintió afectado por la reforma del transporte y de comerciantes que no estuvieron de acuerdo con el traslado del Mercado Mayorista de alimentos al distrito de Santa Anita.   Y alcaldes de algunos distsritos como El Agustino y San Juan de Lurigancho, que en todo momento impidieron con violencia y utilizando su poder, que los partidarios del NO hicieran campaña.
En todo momento la campaña pro revocatoria adoleció de argumentos valederos y se centró más bien en el insulto y  la mentira.  Pronto las principales paredes de Lima se vieron pintadas con lemas tales como “ Lady vaga”, “Susana incapaz”, mientras los voceros del “SÍ” sostenían que la Municipalidad de Lima no  hacía nada o que había paralizado el Túnel de Santa Rosa, salida de vital importancia para San Juan de Lurigancho, cuando la verdad era que dicho túnel, construido durante la gestión de Castañeda, se cayó porque estaba mal hecho. También utilizó hechos circunstanciales  como el desborde del Río Rímac que afectó las obras de Parque Rímac, o cosas menores como el hecho de que el mar se llevó la arena recién colocada en la playa de la Herradura.  Los grandes medios de comunicación de masas  también jugaron un rol importante  a favor de la revocatoria, dando amplia tribuna, sin desmentir, las afirmaciones de los revocadores y  azuzando el  escándalo.  Las empresas encuestadoras merecen una mención aparte, toda vez que desde un inicio dieron un margen de diferencia entre el SI y el No de 20 a 25%  a  favor del primero, dando la sensación de que era inalcanzable.   A una semana de las elecciones se ratificaban en sus pronósticos dando 10 puntos de ventaja al SI sobre el NO, para sincerar cifras sólo en la víspera,  a favor de la Alcaldesa de Lima.  O las encuestas no dicen toda la verdad, o sus procedimientos técnicos no son los adecuados, o el votante peruano es demasiado voluble. En cualquiera de los casos, sus vaticinios siempre resultan  errados y crean percepciones equivocadas. Así ha pasado innumerables veces en estos últimos años.

Por otro lado, en términos estrictamente legales, el dispositivo que norma la revocatoria es sumamente inadecuado,  y atenta contra la estabilidad de gobierno. Por ejemplo, permite iniciar un proceso sin necesidad de explicitar alguna causa concreta de lo justifique,  y  revocar a una autoridad municipal con menos votos que con los que fue ésta fue elegida.
Como consecuencia de lo anterior el sentido común, la percepción de la ciudadanía era, hasta días antes de la consulta,  que la revocatoria era inevitable.  La realidad ha sido diferente. A pesar de todos los contratiempos el resultado ha sido favorable a La alcaldesa de Lima, aunque algunos de sus principales acompañantes corren el riesgo  de ser revocados con una cantidad mínima de votos. Jugó a favor de la campaña del NO la configuración de una amplia corriente ciudadana  que, diferenciando entre el justo malestar de la población y los intereses mezquinos de unos cuantos, trazó una línea divisoria y optó por la decencia, como ya lo había hecho antes con el fujimorismo.  Los “Rostros del NO”,  que agrupó a muchos  personajes públicos de real valía, al  que se sumaron partidos democráticos, instituciones cívicas y organizaciones sociales, constituyeron un eje importantísimo  para contener los arrebatos  del   SI y del coro de voces complacientes que dieron cabida a tanto insulto y a tanta diatriba.
No hubiese sido posible la gestación de esta corriente ciudadana que ha permitido que se ratifique a Susana Villarán como alcaldesa de Lima, si es que no hubiesen habido bases sólidas de sustento. Contrariamente a lo que señalan muchos críticos interesados, la gestión de la Municipalidad de Lima en estos dos años de gestión, ha sido en esencia, una buena gestión.  En primer lugar porque  ha actuado con una mirada de largo plazo, afrontando problemas de fondo de Lima, como son la reforma del transporte y el traslado del mercado Mayorista a los que nunca antes alguien se había atrevido a enfrentar y diseñando y aprobando el nuevo  Plan de Desarrollo Concertado; En segundo lugar, porque ha actuado con total transparencia y con una vocación genuinamente democrática.  La misma Lurdes Flores ha dicho: “A Susana le dejo mi cartera abierta”. Pero a su vez,  por primera vez se ha hecho funcionar a la Asamblea metropolitana de Lima y se han hecho púbicas las sesiones de Concejo; En tercer lugar porque se ha enfatizado una gestión que pone en primer lugar a la persona humana,  aprobando políticas y programas tales como Barrio Mío y Vivienda Popular, y generando espacios de encuentro recreativos y culturales a favor de la población; En cuarto lugar, porque se ha sido eficiente en la gestión del gasto y en la ejecución de obras importantes para Lima, como han sido la reformulación del proyecto Vía Parque Rímac, la construcción de importantes obras viales y el compromiso de inversiones por montos inéditos para la capital, En quinto lugar, porque en  la actual gestión han emergido figuras nuevas de recrean y refrescan la política peruana.  Ello no obstante,  algunos de estos regidores, como es el caso de Eduardo Zegarra o Mariza Glave, corren el riesgo de ser revocados por 7 mil votos, de un universo de electores de seis millones, es decir, por el 0.1 %  de electores. Lo cual resulta  no solo injusto sino absurdo y poco democrático.
Como ya se ha dicho, en caso  que 14 o más regidores sean revocados,  digamos abril,   los accesitarios de cada partido cubrirán sus plazas hasta que se convoquen a elecciones para reemplazarlos.  De todas formas la situación es tan anómala que debería revisarse cuanto antes en el Congreso u otra instancia para darle una salida legal al problema y no tener que ir a votar nuevamente para reemplazar a un número de regidores.  Si ello no fuera así,  podría decirse de todos modos que la MML seguiría teniendo estabilidad  todo el 2013. En el 2014, habría  un gobierno   provisional, hasta   el final del segundo semestre, donde habrían elecciones regulares.  Debiera pensarse entonces no solo en cómo mantener la estabilidad del Concejo a corto plazo y qué hacer para dar continuidad a las importantes reformas en curso en los próximos  dos años, sino en  qué hacer después.   Una opción válida es  que  se llegue a un acuerdo interno de las fuerzas que están en el concejo para presentar, visto lo ilógico de la situación,  una alternativa  que respete las actuales proporciones.  Sea alojada en  un partido con inscripción, sea mediante una alianza. Pero, ¿y  para las elecciones  municipales regulares posteriores cómo deben ir alineadas las fuerzas progresistas para tentar la victoria? Los resultados del 18 de marzo, que indudablemente constituyen un triunfo rotundo en el plano político,  a pesar de los costos que ha traído consigo, obligan a adelantar la agenda electoral y a perfilar nuevas perspectivas aprovechando las enseñanzas que nos ha traído este período que concluye.
¿Cuáles son estas lecciones? En primer lugar, que la pelea se sitúa en el plano  político y no vecinal.  Lo que implica, por un lado, interpretar el voto en contra del NO  de la gente como un voto tipo “que se vayan todos”, y por lo tanto,  la necesidad de reengancharse racional y  emotivamente con ella, llámese movimiento social, sociedad civil o ciudadano.  Por el otro, tomar conciencia que plantearse gobernar el país o la ciudad y hacer cambios,  implica enfrentarse a fuerzas muy poderosas,  y requiere  un  perfil claro de centro izquierda democrática, alianzas amplias,  organización sólida y acceso a medios de comuicación.   No nos esperan meses de calma. La figura de Susana, fortalecida con este proceso, continuará siendo blanco de ataques arteros. Cualquier iniciativa progresista será víctima del bulling de una  DBA intolerante incapaz de concertar por el bien del país y de aceptar la existencia de una izquierda con capacidad de interlocución. Lo que ahora ha sufrido Susana y antes tuvo que soportar Humala, mañana, qué duda cabe, lo va a sufrir en carne propia Tierra y Libertad.